La quinta temporada de la serie se estrenará en Netflix este 24 de febrero y no pude evitar darle un vistazo a los últimos capítulos a modo de calentar e imaginar lo que se viene. Ha sido estremecedor ver la transformación que ha tenido Jimmy mientras iba descubriendo a Saul, casi tan emocionante, aunque menos evidente, que el descubrimiento de Heisenberg en Walt.
Es inevitable pensar en Breaking Bad porque los paralelismos en el guion y en la fotografía siempre están. Vince Gilligan y Peter Gould han creado un universo enorme y muy sólido con una gama de personajes con biografías contundentes que se hace imposible no tomar ventaja de ese recurso para deshilar sus historias y seguir emocionándonos.
Entiendo cuando algunas personas dicen que Better Call Saul es mejor que Breaking Bad. Creo que es mejor retratando los vínculos entre los personajes principales y en cómo los va destruyendo inesperadamente.
La ruptura de la relación entre Jimmy y Chuck McGill duele más. Era el hermano mayor ejemplar, el motivo por el cual Jimmy quiso ser abogado, con Chuck inició su sueño pero también su abismo, era su modelo a seguir pero su conexión se vuelve turbia por culpa de los movimientos fríos de Jimmy.
El último capítulo de la cuarta temporada comienza con un flashback de ambos hermanos cantando “The Winner Takes It All” en un karaoke después de que Jimmy se convierte oficialmente en abogado con el soporte de Chuck. Ya sabemos que Vince y Peter son expertos en golpearnos la nostalgia para luego mostrarnos un giro desafortunado.
Después de este flashback, vemos a Jimmy mirando el cuadro de su hermano en el estudio de abogados. Claramente el espíritu de Chuck ya no está, con su muerte total, física y espiritual, Jimmy se libera de rendirle cuentas a la moralidad, está listo para dejar nacer a Saul Goodman y dar por iniciada su nueva historia del lado incorrecto de la ley. Evidentemente sin que la memoria y los deseos de su hermano importen, su evolución – o involución – es tan fría que usará esa imagen para limpiarse y se aprovechará de sus contactos para retomar oficialmente su camino.
La siguiente escena parece casual pero es en realidad una reafirmación sutil de que Jimmy McGuill es ahora Saul Goodman. Jimmy conversa con una pasante que acaba de ser rechazada de trabajar en el estudio. El diálogo de la escena parece una conversación consigo mismo, un auto empoderamiento para ir por fin en contra de su pasado.
Jimmy ha intentado ser un tipo correcto, con valores y moral pero él sabe que esa no es su esencia. Con esta escena se despide de su vieja personalidad, se hace el bueno por última vez, pero todo se siente mal, incómodo y nosotros como espectadores sabemos que ya no es él. Esto es pura genialidad del guion.
Otra relación importante es la de Jimmy y Kim que se deteriora aceleradamente en los últimos capítulos. La introducción del séptimo episodio es una pantalla dividida que muestra una elipsis de la cotidianidad individual de los personajes. No hubo mejor anticipo que esta secuencia para lo que vendrá posteriormente, nos queda claro que ambos están en dos caminos y ritmos distintos, sus futuros no están alineados.
I1: Kim, una abogada de prestigio. Saul un abogado defensor de malhechores.
I2: Kim, una abogada de renombre. Saul opta por falsificar su identidad.
En el episodio 9 sucede el clímax de la ruptura de la relación entre ellos. Ambos tienen una co-dependencia extraña pero al mismo tiempo saben que son un obstáculo mutuo, una barrera para lo que ambos quieren ser individualmente. Kim sin Jimmy sería una abogada exitosa de alto nivel y Jimmy, por su lado, sería un ingenioso delincuente. La diferencia es que él está decidido a seguirse a sí mismo, sabemos que logrará ser Saul Goodman pero Kim ya no estará a su lado. Esta secuencia marca visualmente ese abandono. Saul se queda solo en un plano picado, casi cenital, el plano es abrumador, repleto de líneas. A él solo le espera el caos.
El desvínculo se oficializa con la escena final de la temporada. Jimmy McGuill se esfumó y le da la bienvenida Saul Goodman. Y ¿quién es la primera persona que lo nota? Kim Wexler. Aquí vemos un travelling back alucinante que lo dice todo. Kim se queda al fondo, sola. El miserable Saul Goodman salió a la luz, ella lo sabe y también sabe que no hay vuelta atrás. Debe alejarse.
La cuarta temporada también nos trajo un nuevo personaje, Lalo, miembro de los Salamanca. Parece que se trata de un elemento interesante que va a remover el imperio de las drogas y complicará las cosas entre su familia, Gustavo Fring y Eladio. Se siente que viene con tragedias bajo el brazo, es un villano ingenioso, carismático y atractivo. Apetece saber todo lo que hará y conocer más de él. Así es como se crea un gran personaje.
Mike Ehrmantraut siempre será de mis personajes favoritos. Trabaja para el mal pero tiene un lado inevitablemente humano. Cuando recuerda a su hijo muerto, las escenas son muy dolorosas y creo que la relación que empieza a generar con Werner Ziegler, el ingeniero que dirige la construcción del súper laboratorio de metanfetamina, va por ahí, por los lazos familiares. Y sí, efectivamente, sucede algo que lo introduce en un fuerte dilema moral – emocional.
Werner se escapó de la construcción para poder ver a su esposa, de la que llevaba mucho tiempo alejado, pero el hecho significó traicionar la confianza de Gustavo, escaparse es algo muy serio que compromete la seguridad y reserva de la construcción. Mike, quien debe mantener esto bajo control, no tiene opciones y debe matarlo.

Con este bellísimo plano de teleobjetivo, Mike deja salir su lado frío y oscuro. Para nosotros es un choque brusco de emociones porque sabemos que Mike no es una mala persona, se le ve sufrir mucho pero tiene que matar a Werner por la lealtad que le tiene a su trabajo.
En este mismo acto, cuando Werner llama a su esposa para despedirse, traje a la mente a Heisenberg en “Ozymandias”. El plano, con ambos personajes al lado y en clave baja, te genera la misma sensación de desesperanza. Ambos están llamando a sus esposas para decir adiós.
Son estos detalles que emocionan y que hacen que el universo creado por Vince y Peter sea brillante. Better Call Saul se está convirtiendo progresivamente en una joya televisiva y pienso que dejará de estar en la sombra de Breaking Bad con estas dos nuevas temporadas. Es un producto que se las arregla por sí mismo para ser algo estupendo, está cuidadosamente ejecutado y cada episodio significa una clase maestra de edición, de escritura de guion, de construcción de atmósferas probablemente nunca antes vistas en televisión.
Espero ansiosamente los próximos capítulos porque estoy segura de que la carga dramática que está en suspenso ahora se desenvolverá fascinantemente, como siempre. Me quedo contando los días.























