Escribir sobre las impresiones que causan las imágenes de una película – no la película en sí – es de las cosas más gratificantes para mí. Hay momentos cinematográficos que me impactan con tan solo verlos y lo único que soy capaz de hacer es llevarme las manos a la boca y quedarme así por varios minutos. Esto ocurre cuando la historia nos sumerge extrañamente en emociones ajenas y pone en evidencia que lo nuestro no es en realidad ajeno para nadie, lo que sentimos es humanamente real.
El cine de Wim Wenders provoca este efecto en mí, la imagen normalmente suele ser un refuerzo narrativo en una película pero en su obra resulta ser la historia en sí. Sus imágenes tienen un valor «mostrativo», no representan o acompañan, son el film. Su plan es entrar en la psique del espectador a través de la composición y el color además de los diálogos y desempeños actorales poderosos que suelen componer sus historias.
“Paris, Texas” tiene ese balance entre el poder visual y el poder del relato. La imagen tiene el papel de regalarnos datos, situarnos en estados interiores y lugares exteriores retratando temas como la familia, el olvido, el desencanto de los sueños y la búsqueda del ser a través del viaje como detonante de un camino interior hacia el autoconocimiento y la aceptación de uno mismo. Wim Wenders y el destacado director de fotografía neerlandés, Robby Müller, comparten responsabilidad creativa y utilizan el poder de la fotografía para traducir estas ideas en cuadros cinematográficos con imágenes estéticamente puras que sostienen gran peso emotivo del film.

Más allá de la composición de planos que parecen cuadros extraídos de la obra de Edward Hopper – que también emanan soledad y la ‘no pertenencia’-, el esquema de color es una pieza fundamental al retratar emociones en las atmósferas. Existe un uso particular de los colores primarios de la rueda cromática (rojo, amarillo, verde y azul) y también del color negro (que en cinematografía es la ausencia de luz) y nos permite, a los más obsesos del análisis fílmico, jugar con términos como “vida” y la ausencia de ésta.
A Travis Henderson, el personaje principal, quien ha estado perdido durante cuatro años tras abandonar a su esposa e hijo, lo acompaña el color rojo durante toda su introducción y durante el recorrido en búsqueda de ella. Desde la gorra que utiliza en el desierto, la funda de su cama de hotel, hasta la camisa que utiliza el día que la va a buscar, el color rojo siempre está con él, como si se tratara de una carga de la que no se puede desprender.
Este color representa su pasado, su peso emocional asociado al amor y al dolor por el hecho de haber causado la ruptura de su familia. Travis los añora pero sabe que se trata de algo que no puede sostener y que debe cerrar. Mientras avanza la película, este color se hace cada vez más recurrente, tanto que su hijo, Hunter, empieza a usar este mismo tono dentro de su vestuario, como si acompañara a su padre en este hilo visual y es que ambos comparten la historia, los dos han sido separados por la desesperación y el dolor, pertenecen a este camino emocional que los dirige hacia Jane, quien también huyó después de Travis, abandonando a Hunter porque no estaba lista para cuidarlo sola.
Cuando finalmente logran ubicarla, notamos que el auto de Jane también es rojo, la siguen por la ciudad y el auto se convierte en un elemento guía que le da por fin un punto final a su viaje. Al entrar al trabajo de Jane, vemos que Travis se sumerge en un espacio cubierto de una luz roja intensa, como si acabara de entrar a lo más profundo de su memoria y su dolor. La tensión dramática aquí llega a su pico más alto.
Una vez que ocurre el encuentro entre Travis y Jane, el color rojo se disuelve y empieza a sobresalir el color negro en los objetos y en el vestuario de los tres personajes como si todos guardaran un luto inevitable. Han cumplido el objetivo de reencontrarse pero esto no significa un final feliz. Para Travis existe aún el miedo de no poder ser suficiente para ellos, sus cargas emocionales aún deben sanarse y esto necesita de un nuevo alejamiento por su parte.
Existe también una importante presencia del color verde en el retrato de esta historia y representa el viaje de Travis, los lugares que va dejando mientras se autodescubre a través de su razón. Lo notamos en el centro médico donde es atendido tras su desmayo al inicio de la película, en los paisajes frondosos que acompañan su caminata, en las calles por las que maneja y en el interior de la casa de su hermano.
Es curioso que también veamos este color en la chompa que viste Travis en el video familiar donde Jane lo abraza. Es el pasado pero representa ese momento que para él era su casa y que destruyó al dejarse vencer por sus miedos.

Precisamente, el verde se contrapone al color rojo al ser su color complementario en el círculo cromático, ambos tienen sincronía estética pero no comparten la misma gama de color, ni la misma esencia por lo tanto tampoco comparten la misma emoción. El dolor y el amor de Travis son antónimos de las decisiones que debe tomar, ya no importa lo que puede sentir por su pasado, debe continuar con lo que le dice su razón. Este color se hace presente hasta el final de la película donde vemos que el vestuario de Jane y Hunter es de color verde, al igual que la iluminación del cuarto de hotel donde se reencuentran y se abrazan fuertemente como si se pertenecieran el uno al otro, mientras que Travis los observa desde afuera, dentro de una atmósfera profundamente verde que sostiene su consciencia por encima de su dolor, la que ha sido una guía para que dos personas estén en el lugar donde tienen que estar.
El color amarillo está presente en los primeros acercamientos entre los personajes. Los elementos que acompañan a Travis y a su hermano Walt son de este color cuando empiezan a relacionarse luego de estar largos años separados. En el momento en que Travis pasa a recoger a Hunter del colegio, ambos usan trajes amarillos y es en este preciso momento donde se empieza a regenerar el vínculo padre – hijo en una de las escenas más tiernas de la historia del cine. El color amarillo también es frecuente en los semáforos sugiriendo, de manera un poco menos evidente, el hecho de acercarse a un objetivo, de unir dos cabos con paciencia y con cautela mediados por la razón.
El color azul es omnipresente, representa el anhelo, la esperanza, la incertidumbre y la búsqueda de obtener algo mejor. Lo vemos en los autos que movilizan a todos los personajes del film, está presente en el cielo todo el tiempo, nunca vemos un cielo gris, está en la luz que ilumina a Travis mientras dice su monólogo al teléfono junto a Jane, esperando que acepte un reencuentro con Hunter. En la escena final vemos que Travis se dirige en rumbo desconocido hacia una puesta de sol de color azul donde el rojo se disuelve gradualmente. No sabemos si su destino es favorecedor o no, desconocemos tanto como él. Lo que sí sabemos es que ha cerrado un círculo para poder empezar de nuevo. La esperanza gana más importancia que su dolor.
Es cierto cuando se dice que para crecer y evolucionar tenemos que enfrentar el pasado para conocernos en nuestros peores momentos y a partir de ahí aspirar a ser diferente. La vida es un camino constante e interminable hacia la búsqueda de sentido y aceptación de nosotros mismos. Travis da un punto final cerrando un pasado que le ahogaba en culpa y desesperación pero continúa en su viaje solo, dejando atrás lo que tanto amó y lastimó, esperando encontrarse por fin a sí mismo, algo que aparenta ser difícil pero que ahora se siente posible.
Wim Wenders y Robby Müller han utilizado el recurso de la imagen como elemento narrativo poderoso en esta película. La imagen y el color son la autopista que nos traslada como espectadores en un viaje duramente emocional, son un vehículo que expone una realidad que no es ajena para nadie y nos regalan una experiencia estética auténtica que conecta con nuestro yo profundo y que comunica más allá del guion, con un atractivo visual lleno de emotividad y de elegante melancolía que nos estremece y que logra que en cada visionado nos rindamos plenos ante ella.




























